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domingo, 27 de junio de 2010
III. La Visión de los Ainur
Después de esto, Eru se dirigió otra vez a todos los Ainur y les dijo que iban a poder ver la música que habían interpretado; y Eru les mostró todo lo que habían cantado como una gran visión que llenó el vacío: cada Ainu iba reconociendo en la visión una parte de su música, y sin embargo ninguno logró abarcar con su mirada todo lo que la visión contenía, algunos veían más y otros menos, y algunos se enfocaban más en unas cosas que en otras. Y vieron entonces la inmensidad del mundo; sus estrellas, de las que cantó Varda, por los elfos llamada Elbereth y la más querida de los Ainur, y dentro de todo ello, la visión se fue concentrando en un punto insignificante, donde yacía un globo azul que por los elfos sería llamado Arda, la Tierra, y en el había mares, nubes, ríos y glaciares, de los que sin saberlo cantó Ulmo, y con las nubes jugaba el viento del que cantó Manwe, el Ainu más poderoso luego de Melkor, y que en la concepción de Eru eran hermanos; Manwe y Varda siempre estuvieron muy unidos y sus designios iban de la mano, y por la forma en que el viento y las nubes jugaban, Manwe y Ulmo siempre estuvieron de acuerdo en sus designios. Y vieron las montañas y la tierra, y todo lo que ella tenía adentro, como las gemas y los minerales, de los que cantó Aulë, un Ainu con un poder casi equiparable al de Melkor, y con un deseo de crear también cosas nuevas, pero no de dominarlas, sino de donarlas para que sirvieran a otros usos. Pudieron ver a los kelvar y olvar, los animales y plantas de los que cantó Yavanna, que estaba muy unida a Aulë. Fue entonces cuando todos se maravillaron al ver caminar sobre Arda a unas criaturas que ninguno de ellos había cantado, que no estaban en el pensamiento de ninguno de ellos hasta que los vieron en la visión, y entonces supieron que eran obra de Eru mismo, que él había intervenido en la música poniendo también de su parte, embelleciéndola, y vieron así a los Hijos de Ilúvatar, elfos yhombres, caminando en Arda. Y ante esta visión, muchos se maravillaron a causa de los Hijos de Eru, y querían conocerlos para enseñarles y guiarles, pero otros, entre ellos Melkor más que ninguno, desearon dominarlos ser llamados «señor» por ellos. Y entonces, cuando la visión iba un poco avanzada, se detuvo, y así es como los Ainur saben de muchas cosas que suceden y sucederán en Arda antes de que ocurran, pues estuvieron presentes en la visión de Eru.
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realmente te apasiona esto...jajajjaa
ResponderEliminarme voy a poner al dia con mi blog...ahora q tendre mas tiempo...seguire haciendo mis comentarios...cuidate...
besos